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CARLOS LAZO GARCÍA

HISTORIADOR, FILÓSOFO Y MAESTRO[1]

Daniel Morán y Jorge Mendoza
Universidad Nacional Mayor de San Marcos
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Publicado en Praxis en la Historia. Revista del Taller de Estudios Histórico – Filosóficos. Año V. Número 6. Diciembre del 2007. Lima – Perú – UNMSM. Págs. 25 – 40 [Este trabajo ha sido ampliamente aumentado y corregido en comparación a la edición anterior].
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INTRODUCCIÓN
Es imprescindible, durante nuestras propias labores académicas y profesionales, reflexionar en torno a la historia, el historiador y el papel que cumple. Más importante aún, revalorar- y aquí reside el motivo del comentario que presentamos – los aportes y el trabajo constante de ciertos científicos sociales que, de alguna u otra manera, han sentado las bases de la investigación histórica. Así, volvemos a reafirmar la idea que expresáramos anteriormente: “al historiador se le conoce por sus investigaciones, por sus aportes a la historiografía y al esclarecimiento de la complejidad de la sociedad humana en que vive”. A ello, agregaríamos: “con el objetivo principal de lograr una real concientización de los hombres sobre la realidad social en que existen y realizar la transformación y construcción de una sociedad diferente”. El historiador Carlos Lazo García es fiel reflejo de lo que venimos señalando. Él, tanto como persona, investigador y maestro siempre ha mostrado una clara posición respecto al verdadero rol del historiador, del intelectual y del ser humano; el compromiso total con la sociedad. Aquel compromiso no es abstracto sino real y concreto, acorde a las necesidades primordiales de su época.
Las líneas que siguen forman parte de un merecido homenaje a su persona. El mismo que fue iniciado en septiembre de este año por los estudiantes de historia de la Universidad de San marcos, y a la cual se han ido sumando otras instituciones. Es, precisamente, en el evento realizado en nuestra Casa de Estudios donde se le otorgó el título de “Historiador de un Nuevo Tiempo Histórico”. Nosotros tomamos aquella denominación en este ensayo. La intención aquí, es ofrecerles algunas ideas y vivencias que tuvimos como alumnos recientes del profesor Carlos Lazo. Desarrollaremos en forma breve, a partir de algunos apuntes de clase y una bibliografía seleccionada, la importancia que tiene la filosofía de la historia, el papel del historiador y la historia para el cambio social. Finalmente, terminamos con una opinión personal y compartida.

LA IMPORTANCIA DE LA FILOSOFÍA DE LA HISTORIA
La filosofía de la historia (F.H.) es una disciplina que todo historiador debería conocer para una mejor comprensión de nuestra sociedad, pero que, lastimosamente, durante el siglo XX ha sido mínima – por no decir inexistente – su estudio por parte de los historiadores. En San Marcos, gracias al denodado esfuerzo del historiador Carlos Lazo el curso de F.H. se implantó a fines de la década de los ochenta. Desde esa fecha hasta ahora, son más de 15 años que él ha dictado dicha cátedra. La experiencia adquirida en el transcurso del tiempo lo han convertido en un gran especialista, a pesar que modestamente se considera un propedeuta.
[2] Para Lazo la F.H. aborda el estudio del proceso histórico desde la perspectiva de su problemática ontológica, gnoseológica y, asimismo, desde el papel que cumplen los historiadores en cuanto actores del conocimiento histórico y del mismo curso de la historia. Desde estas tres perspectivas, la F.H. busca determinar el campo de la realidad social cuyo estudio compete al historiador.[3] Así, la F.H. desde el punto de vista ontológico se interesa por señalar el factor esencial del ser histórico deviniente. Precisar porque el curso histórico se constituye en un proceso, es decir, en un movimiento diacrónico por etapas (tiempos históricos). Igualmente, explicar porque ese proceso en su plurisecularidad (en cientos de años) se orienta hacia un fin (sentido escatológico de la historia) que resulta necesario[4]. Carlos Lazo, a través del estudio ontológico de la historia, llega a afirmar la necesidad de una transformación de carácter estructural de la sociedad peruana. En el plano gnoseológico, la F.H. estudiará la relación que existe entre sujeto cognociente y el objeto cognoscible. Además, nos permitirá tener presente que detrás de toda teoría encontraremos una o varias filosofías subyacentes. Pues, “toda teoría de la historia tiene su fundamento filosófico”.[5 La Filosofía representa entonces la base o el soporte sobre el cual toda teoría histórico – social descansa. Es ella la que otorga el rango de ciencia a cada disciplina histórica[6]. Para el profesor Lazo la F.H. “es un planteamiento profundo y crítico acerca del ser de nuestra realidad y de la línea del desarrollo humano”.[7] No es como pretenden algunos un comentario o recuento de los grandes filósofos y sus argumentos en torno a la historia, solamente.
La F.H. permite descubrir el trasfondo filosófico y político de toda teoría o discurso social, que como sabemos encierran una concepción de la historia e intereses políticos.
[8] Al respecto, Lazo García ha cuestionado a las teorías sociales de carácter envolvente y denunciado las prácticas intelectuales alienadoras. Por ejemplo, la crítica severa a la teoría posmoderna a la cual califica de “enlatado ideológico”[9] que busca, en el ámbito ontológico, justificar el supuesto “fin de la historia” [10], haciéndonos creer que el capitalismo monopólico es la sociedad perfecta donde se ejerce la verdadera libertad de los hombres. Incluso, en el plano gnoseológico, la posmodernidad niega la totalidad de la historia al desvincular los hechos acontecimentales con los hechos estructurales, es decir, lo particular de lo general. Por otro lado, la F.H. nos ayuda a precisar nuestro campo de trabajo, el cual a su vez determina la metodología que se utilizará en la investigación.
Finalmente, la F.H. tiene una importancia fundamental porque gracias a ella entendemos y asimilamos que somos actores, autores y espectadores de la historia. Encontrando así el sentido a nuestra existencia. Reflexionamos y comprendemos que como seres humanos somos seres que conocemos (de razón), sentimos (con imaginación) y hacemos (porque somos hombres libres).
[11] Rescatamos, por lo tanto, el curso de F.H. que se dicta en San Marcos, para la formación de los jóvenes historiadores tanto de derecha como de izquierda, permitiendo así un desarrollo historiográfico nacional sin precedentes que sólo el tiempo lo hará notar.

UNA HISTORIA PARA LA TRANSFORMACIÓN
Los historiadores a parte de ser historiadores deben ser filósofos y políticos. Estar constantemente inmersos en la vida misma, unir la teoría y la práctica, comprometerse totalmente con su sociedad. En apreciación de Lazo, deben ser historiadores revolucionarios que busquen el cambio social, que contribuyan a constituir una conciencia histórica operativa
[12]. Una historia subversiva que transforme la sociedad y no solamente la comprenda[13]. Porque nuestro trabajo no es solamente llenar un vacío historiográfico, sino elaborar una historia que desaliene y haga ver en nosotros nuestras limitaciones y dificultades; que saque la máscara que nos han venido vendiendo la historiografía tradicional y envolvente. Que rompa con el silencio de las grandes mayorías sociales y que así les ceda el lugar que realmente deben ocupar. Para cumplir con aquel objetivo, Lazo recomendaba empezar con una Catarsis, en otras palabras, hacernos
constantes cuestionamientos para ver en nosotros al hombre viejo (que nos impide asumir el verdadero papel del intelectual revolucionario), y pasar a convertirnos en hombres nuevos que estén acorde a las necesidades de ser deviniente.
El historiador Carlos Lazo define a la historia “como la ciencia social que estudia el proceso de las relaciones sociales que han devenido en el tiempo”
[14]. Para él, esas relaciones pueden ser estudiadas a partir de la teoría marxista. Sin embargo, no descarta el empleo de otras teorías.

Más aún, agrega, “el pensamiento de Marx se enriquece cuando sabemos tomarlo como punto axial para el manejo de otras filosofías y teorías”.
[15] El marxismo significaría un proceso de desarrollo histórico con una meta: una sociedad sin explotados.[16] Entonces, el historiador no puede estar alejado de aquel objetivo primordial. Tiene la necesidad de elaborar una historia para la transformación de la sociedad a la cual pertenece. Aquel es nuestro papel como científicos sociales, en tiempos que evidencian cambios de tipo estructural.

UNA OPINIÓN PERSONAL Y COMPARTIDA
¿Qué clase de historiadores se están formando en la Universidad de San marcos? La interrogante es por si sola compleja y comprometedora. Intentaríamos responderla con otra pregunta ¿se están formando historiadores?
La Universidad de San Marcos en general y la Escuela de Historia en particular, pasan por una crisis estructural. Si bien es cierto las mejores en la infraestructura son evidentes. Por el contrario, existe una deficiencia de material humano, así como un desgano e indiferencia de un sector del estudiantado.
Una parte de los historiadores de San Marcos se encuentran en un nivel académico cero, nulo y vacío. Ahora ya no son maestros – historiadores – investigadores sino solamente profesores de historia, que se encuentran más preocupados en conseguir alianzas políticas que les permita algún cargo administrativo para un mayor ingreso personal. Todo ello repercute en los alumnos quienes no encuentran el incentivo para proseguir su carrera. Sin embargo, no todo está perdido. En nuestra apreciación, vemos el apoyo y el esfuerzo individual de algunos historiadores y la recepción de los estudiantes en continuar por el camino difícil pero seguro de una disciplina realmente científica y comprometida.
Carlos Lazo García es un buen ejemplo de estos pocos historiadores que aún existen en San Marcos. Nunca olvidaremos su figura bonachona, a pesar de la enfermedad que lo aqueja, cada vez que entraba a clase. Su actitud crítica, cuestionadora a las teorías alienantes; actitud crítica incluso en su propia persona señalando sus debilidades como hombre de tránsito de un tiempo histórico que muere a otro que nace; ni mucho menos, dejaremos de recordar el esfuerzo que sigue realizando hasta hoy, enseñando el curso de seminario de investigación histórica, asesorando nuestras tesis, presentándonos libros y formándonos como futuros historiadores al servicio del pueblo. Toda esa labor nos demuestra el modelo de vida que nos quiere dejar. De ahí el apreciable valor que nosotros le profesamos.
Así, al reflexionar, nos convencemos cada vez más de crear y construir un diálogo con la sociedad; salir del círculo en el cual nos encontramos encerrados, comunicarnos con las demás personas. Elaborar una historia que refleje las reales necesidades presentes. Enlazar, entonces, el puente entre la sociedad y los historiadores, y que nuestro trabajo sirva y no solo se quede en un estante de biblioteca. Es tiempo que construyamos proyectos en una interacción constante de discusión y debate; proporcionando propuestas y soluciones a la problemática nacional peruana.
Finalmente, creemos que el mejor homenaje que se le puede dar al historiador Carlos Lazo es leer sus obras. Sobre todo siendo las suyas textos que se han adelantado a su época. Asimismo, como colofón de nuestro comentario, es preciso aclarar que el reconocimiento que hoy le hacemos es el preludio de uno mayor que en su momento el pueblo peruano llevará a cabo. Igualmente, dejamos sentada la tesis de que el carácter de su obra historiográfica no es sino el inicio de una producción histórica sin precedentes en nuestro país, incluso, nos atrevemos a decir, en todo el continente.
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1 Título original de este trabajo era Carlos Lazo García: Historiador de un nuevo tiempo histórico.
2 Entrevista al historiador Carlos Lazo García 2004. En adelante Entrevista 2004.
3 Apuntes de Clase del curso de Filosofía de la historia del Profesor Carlos Lazo 2003. En adelante Apuntes de Clase 2003
4 Apuntes de Clase 2003.
5 Loc. Cit.
6 Entrevista 2004.
7 Entrevista 2004. Para la realidad peruana identificará a nuestro ser de tipo feudal al cual planteará la necesidad de transformarlo.
8 Carlos Cabanillas Flores 2003.
9 Entrevista 2004.
10 Tesis “renovadora” que fue sustentada hace casi doscientos años por Hegel y retomada por Francis Fukuyama en 1989. La enorme difusión del artículo luego convertido en libro fue gracias a los millonarios aportes “desinteresados” y “académicos” de la institución norteamericana John M. Olin Foundation. Para mayor información véase Joseph fontana 1992.
11 Apuntes de Clase 2003.
12 Carlos Lazo García 1993: 153.
13 Emile Beraún Beraún 2004. Entendemos el concepto de subversión como transformar la sociedad para un mejor.
14 Entrevista 2004.
15 Loc. Cit.
16 Loc. Cit.
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ENTREVISTA
HUERTAS TORRES, Carlos y Jorge MENDOZA VIDAL
2004 “Entrevista al historiador Carlos Lazo García”. En Praxis en la historia. Revista del Taller de Estudios Histórico-Filosóficos. Año I. N° 2. UNMSM.

APUNTES DE CLASE
2003 Anotaciones del curso de filosofía de la historia del profesor Carlos Lazo. UNMSM.

BIBLIOGRAFÍA
BERAÚN BERAÚN, Emile
2004 “La necesidad de una historia subversiva en tiempos de posmodernidad”. En Praxis en la
historia. Revista del Taller de Estudios Histórico-Filosóficos. Año I. N° 2. UNMSM.
CABANILLAS FLORES, Carlos
2003 “La historia en tiempos de escepticismo” En Praxis en la historia. Revista del Taller de Estudios Histórico-Filosóficos. Año I. N° 1. UNMSM.
FONTANA, Josep
1992 La historia después del fin de la historia. Barcelona : Crítica.
LAZO GARCÍA, Carlos
1993 “Historia e historiadores sociales en la historia del Perú del siglo XX”. En Sequilao. Revista de Historia, Arte y Sociedad. Año II. N° 4-5. UNMSM.
LAZO GARCÍA, Carlos y Carlos MORALES CERÓN
2003 “Ensayo Crítico sobre la Filosofía de la Historia en la Obra de Jorge Basadre: Idealismo y Antimarxismo”. En Praxis en la historia. Revista del Taller de Estudios Histórico-Filosóficos. Año I. N° 1. UNMSM.