ALGUNAS REFLEXIONES TEÓRICAS Y METODOLÓGICAS PARA SU ESTUDIO EN EL PERÚ
Daniel Morán y María Aguirre
Universidad de San Marcos – Archivo Arzobispal de Lima
Ponencia expuesta en el XI Simposio Internacional de Estudiantes de Historia, organizado por la Universidad Nacional de San Agustín en Arequipa, entre el 20 y 22 de septiembre del 2006. Asimismo, el trabajo fue publicado, en su primera versión, en las Memorias del Simposio. Finalmente, esta investigación que ahora publicamos ha sido corregida y aumentada, luego de varias conversaciones entre los autores. Dichas reflexiones forman parte de la tesis de licenciatura que cada uno de nosotros ha venido desarrollando y cuya fuente principal de análisis es la prensa escrita. Este trabajo final se ha publicado en Praxis en la Historia. Revista del Taller de Estudios Histórico – Filosóficos. Año IV. Número 5. Diciembre del 2006. UNMSM. Lima.
INTRODUCCIÓN
Las sociedades humanas en el proceso de su desarrollo histórico han plasmado todas sus manifestaciones y también sus ideas fundamentales de sí mismas en algún tipo de evidencia material o de soporte oral. Dichos testimonios nos permiten apreciar la forma de vida de aquella sociedad, las relaciones de poder, los discursos y conflictos, por el cual pasan los hombres en sus relaciones sociales que establecen entre sí. Estas evidencias denominadas fuentes pueden ser de diferentes tipos y clases de acuerdo al grado de desarrollo y las costumbres de las sociedades que expresan sus ideas y su forma de vida. Es así, que su utilización requiere de distintas técnicas y procedimientos que se encontrarán en estrecha relación al tema y problema de investigación a la cual nos dediquemos.
En ese sentido, en esta oportunidad, nuestras indagaciones nos obligan el necesario desarrollo de la forma cómo podemos manejar un determinado tipo de fuente para la historia. Particularmente, nos interesa ofrecer un modelo inicial para el análisis de la prensa escrita. No obstante, sabemos que estamos planteando la reflexión de una de las fuentes para la reconstrucción de la historia tal vez tradicional (pues casi la mayor parte de historiadores lo han utilizado en alguna ocasión), pero que no ha sido analizada a profundidad ni valorada realmente.
Por ello, creemos en la importancia de la prensa como fuente esencial para reconstruir la historia de cualquier sociedad humana en un determinado tiempo y espacio. Así, consideramos que los periódicos representan una evidencia base de la vida inmediata de los hombres. Un medio a través del cual se informa del acontecer diario y de los acontecimientos más resaltantes que se desarrollan a nuestro alrededor. Es decir, es una especie de sociología de la realidad social.
Al respecto y rescatando la importancia de la utilización de nuevas fuentes, el historiador francés Lucien Febvre afirmó:
“Hay que utilizar los textos, sin duda. Pero todos los textos. Y no solamente los documentos de archivo [...] También un poema, un cuadro, un drama son para nosotros documentos, testimonios de una historia viva y humana, saturados de pensamiento y de acción en potencia [...] Porque la historia se edifica, sin exclusión, con todo lo que el ingenio de los hombres puedan inventar y combinar para suplir el silencio de los textos, los estragos del olvido.”[1]
Entonces, actualmente, es sorprendente apreciar en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos el interés historiográfico por trabajar y utilizar un tipo de fuente particular como es la prensa escrita. Aquella incesante búsqueda por el análisis de la prensa como fuente es evidente en la Escuela de Historia de San Marcos. Los nuevos historiadores hemos empezado a mirar otra vez con buenos ojos, pero ahora en forma más analítica, la información, el discurso y el trasfondo de los periódicos que circularon por todo el territorio de nuestro país.
En esa línea de análisis, recientemente, en el mes de junio, fue sustentada la tesis de licenciatura Libertad de imprenta y prensa en Lima, 1884 – 1904, de Juan José Pacheco Ibarra.[2] El autor en su tesis ubica más de 250 periódicos y detalla en líneas generales la temática de muchos de dichos papeles impresos. Deja sentada las bases iniciales para la investigación de diferentes temas de la historia peruana de aquella etapa. Así, aquel esfuerzo de este joven historiador pone en evidencia el trabajo que se viene realizando en San Marcos por comprender la historia a partir de los periódicos. Entonces, no solo contamos ahora con los últimos trabajos de los ya conocidos Luis Miguel Glave, Juan Gargurevich Regal y Claudia Rosas Lauro, sino, además, existen trabajos concretos y prometedores como el de Pacheco y el fuerte estímulo de futuras investigaciones que se encuentran en proceso y algunas por concluir de los nuevos historiadores de San Marcos.
Así, en el camino de estas nuevas investigaciones, presentamos a continuación un esquema tentativo del marco teórico y metodológico que se podría utilizar para el tratamiento de la prensa escrita. Igualmente, realizamos un alcance historiográfico de algunos textos que indagan sobre dicho aspecto de la prensa. Además, en la parte final del trabajo, explicamos breves ideas de nuestras propias tesis en elaboración, y lanzamos algunos posibles temas de indagación histórica en el cuál los periódicos son esenciales e importantes.
PRENSA ESCRITA Y DISCURSO POLÍTICO: APUNTES TEÓRICOS Y METODOLÓGICOS.
Breve reflexión bibliográfica
Es realmente difícil encontrar en los libros de historia, que se han dedicado al análisis de la prensa escrita, un marco referencial para su manejo adecuado. Solo podemos leer fragmentos o pequeños artículos referentes al tema. En su gran mayoría las investigaciones solamente nos presentan la exposición del contenido de la prensa y cuáles son las temáticas de la información expuestas en las mismas.
Connotados historiadores como Jorge Basadre[3] y Raúl Porras Barrenechea[4] en algunos de sus trabajos, han lanzado solo pequeñas ideas para el manejo de la prensa como fuente histórica. Lamentablemente, estos científicos sociales no han ahondado en su reflexión profunda y crítica. Basadre señala el cuidado que deberíamos tener cuando se analiza este tipo de fuente. Para él es provechoso su utilización si se trata de los aspectos políticos e ideológicos de una determinada sociedad. Porras también ahonda sobre el particular, en su caso realiza investigaciones en torno a los ideólogos y personajes ligados al periodismo peruano para entender el porqué de la manifestación de su discurso materializado en la prensa escrita.[5]
Por su parte, Juan Gargurevich Regal, investigador cuyo campo de acción está fuertemente vinculado a la historia del periodismo peruano, nos ha brindado, en sus diferentes libros, visiones generales de la prensa escrita en el Perú.[6] Incluso, recientemente, ha publicado un texto en donde realiza un análisis detallado de uno de los periódicos claves en la segunda mitad del siglo XX en nuestro país como fue Ultima Hora.[7] Pero, en todo lo que hemos podido observar en sus textos, no expone abiertamente un marco teórico y metodológico base para el análisis de este tipo de fuente escrita (aunque en algunos de sus trabajos deja ver algunos apuntes de referencia).
En forma contraria y llenando el vacío dejado por todos los investigadores anteriores, Luis Miguel Glave, si ha insistido en la importancia y el manejo adecuado de este tipo de fuente. El primer capítulo de su libro, sobre la prensa regional en el Cuzco, nos presenta una explicación de los periódicos y su lectura.[8] El autor rescata esta forma distinta de trabajar la historia de las sociedades. Los aspectos sociales, culturales y políticos marcan la línea directriz de sus indagaciones.
En ese sentido, los periódicos ofrecen un manantial de informaciones contemporáneas al hecho mismo que se describe y expresan una determinada opinión sobre lo que se informa. Los periódicos vienen a convertirse entonces en una especie de tribuna política en donde la clase o grupo político que tiene el poder de la comunicación, por lo tanto de la prensa escrita, expresan sus ideas fundamentales.
Otros investigadores como Pablo Macera, Ascensión Martínez Riaza, Víctor Peralta Ruiz, Claudia Rosas Lauro, Carmen Mc Evoy Carreras, también, en sus respectivos trabajos, han ofrecido algunos alcances en torno al análisis de la prensa escrita como fuente para la historia. Por ejemplo, Carmen Mc Evoy en un sucinto artículo reflexiona en torno a la prensa republicana y el cambio social en Lima por aquellos años de transición de la colonia a la republica.[9]
A pesar de las limitaciones y los errores que pueda tener su investigación, rescato personalmente su idea relacionada al análisis del lenguaje y su variación en la historia para entender el cambio social en un determinado espacio. Por aquel motivo, Mc Evoy pone en evidencia que “la historia del pensamiento político es la historia del idioma o de los idiomas políticos desarrollados a través del tiempo.”[10] Entonces, es explícito que en la prensa escrita se va a materializar un discurso que utiliza un determinado lenguaje, cuyo análisis es necesario para entender la historia política, sus variaciones y cambios, en cualquier sociedad. De ahí, que la propuesta de la autora es novedosa y a la vez provocadora.
Por su parte, Ascensión Martínez Riaza ahonda más en la relación de los periodistas y los periódicos junto al poder estatal. Por ello, rastrea las biografías de los principales redactores e intelectuales que expresaban sus ideas y argumentos en las páginas de la prensa escrita, para entender, precisamente, su discurso y los intereses por el cual escriben.[11]
Víctor Peralta Ruiz aborda la problemática a partir de las relaciones políticas y culturales en que se encuentran las diferentes sociedades. Para él son los espacios públicos los motores y la razón de ser de los discursos contenidos en la prensa escrita. Pues es allí donde se difunde y se pone en público las ideas antes privadas. Es un medio efectivo de socialización entre los seres humanos. Dichos espacios como los cafés, las librerías, la existencia de bibliotecas particulares, el teatro, las plazas, los parques, el mercado y las chicherías, ayudan ha formar una opinión pública que se puede encontrar, muchas veces, fuera del control del gobierno. De ahí que su análisis sea esencial para la comprensión del comportamiento de los actores sociales de toda la sociedad.[12]
Últimamente, la historiadora peruana Claudia Rosas Lauro, también viene reflexionando sobre la temática. Ella a través de sus investigaciones señala la existencia de un periodismo moderno y, al igual que Peralta Ruiz, la existencia de espacios públicos de socialización, en donde el contenido de la prensa era difundido a una cantidad mayor de personas. En sus propias palabras, el periódico se transforma en un soporte de memoria.[13] Asimismo, concuerda con Glave al señalar que el periódico puede ser analizado ahora como objeto de estudio y verdaderos actores de la historia. No obstante, en nuestra opinión personal, discrepamos con la autora cuando señala que las clases bajas (para el caso del Cuzco) se apropian del discurso ilustrado, es decir, de la cultura que supuestamente era patrimonio sólo de la elite. Así, en su apreciación, la gente común tuvo una activa participación en la difusión del contenido de los periódicos de la época, y más aún, utilizan ese discurso como medio de representación para expresar sus demandas sociales. Aquella afirmación puede ser correcta, pero está todavía por probarse.[14] Es distinto en cambio la situación para el periodismo de fines del XIX y comienzos del siglo XX en el Perú. Porque son años en los cuales aparece la prensa obrera (que pertenece al pueblo) y que populariza un discurso totalmente distinto al oficial.
En el caso de Pablo Macera es interesante el alcance que hace sobre el problema fundamental en el análisis de la prensa escrita. Para él dicho obstáculo radicaba en que todavía no se podía averiguar y resolver la procedencia de los capitales de operación de los periódicos, sus costos, ganancias y sus beneficios si los hubo. Porque “de saberlo sería posible detectar algunas vinculaciones entre las posturas ideológicas de cada periódico y determinados grupos locales de presión.”[15] Además, para Macera los periódicos pueden ayudar a crear una conciencia nacional entre los habitantes de una determinada sociedad.[16]
Con algunas consideraciones semejantes Gabriela Machuca, en su investigación sobre la prensa popular en los inicios del siglo XX, ahonda en las definiciones de aquella forma de periodismo de los sectores obreros. Consideramos que esta investigación se acerca más al análisis teórico y metodológico en la medida que aborda (a diferencia de otros textos) a la prensa obrera en toda su magnitud. Es, realmente, el trabajo de Machuca un intento por comprender un campo hasta ahora poco estudiado a profundidad por la historiografía peruana y extranjera.
Además, es interesante el desarrollo que realiza sobre las conceptualizaciones del periodismo obrero, a partir del cual establece una clasificación de acuerdo a la tendencia que identifica en los escritos aparecidos en sus páginas. Para ello, recurre al análisis de contenido, pues a través de él intenta lograr enlazar el periódico a su contexto social. Lamentablemente, Machuca no logra aquel objetivo por completo. Lo que sí creo que debe destacarse de su estudio es el espacio que dedica a cada uno de los periódicos objeto de su análisis. No obstante, aquella labor es, realmente, por ahora, un gran aporte historiográfico.[17]
Finalmente, como hemos podido apreciar, a través de este breve balance bibliográfico, es mínima la reflexión teórica y metodológica de la prensa escrita como fuente para la historia en el Perú.[18] Entonces, ante aquella insuficiencia hemos tenido que recurrir al texto de Camilo Taufic, Periodismo y lucha de clases, para poder diseñar y orientarnos en el manejo adecuado de este tipo de fuente. La investigación de Taufic expone la base teórica para el análisis de la prensa escrita.[19] La relación entre el poder político, el discurso, la prensa y los intereses de las diversas clases sociales, que se encuentran inmersas en el desarrollo histórico de una determinada sociedad, son claves para entender los diversos comportamientos de las personas.
El autor expone en su texto que el periodista es el agente difusor de ideas y argumentos que expresan los intereses de una clase social dominante, es el agente de enlace entre la vida social y los intereses puestos en juego de los que producen y difunden el discurso en los periódicos. Más adelante se ahondará al respecto. Solo deseamos indicar que no existe para el caso peruano una explicación clara del manejo adecuado de los órganos periodístico de prensa. Por ello, lo que viene a continuación, es sólo un esbozo referencial de análisis de este tipo de fuente. Las limitaciones, así como las ventajas de nuestro modelo de reflexión tienen que ser entendidas como el resultado de un proceso de aprendizaje y desarrollo que se encuentra en constante modificación y mejoramiento.
Marco teórico y metodológico
En esta parte ofreceremos solo un resumen breve del marco teórico y metodológico para el análisis de la prensa escrita como fuente para la reconstrucción de la historia. Procederemos a nuestra explicación en el siguiente orden:
Definir como se considera teóricamente a la prensa escrita
Ubicar el contexto histórico en el cual surgen y se desarrollan los periódicos
Aproximación al tiempo histórico de estudio con la respectiva explicación de la naturaleza y el carácter de la sociedad a la cual se analiza.
Ubicación y explicación de la tendencia ideológica de los periódicos, relacionado a los intereses de cada uno de los que participan en la producción de los mismos.
Relación existente entre la línea del periódico, el periodista y el poder político de turno, lo cual traería consigo la elaboración de un determinado discurso de acuerdo a intereses particulares.
Indagación del sustento económico del periódico, quienes lo financian y permiten difundir las informaciones y opiniones materializadas en el discurso escrito.
Utilización de la técnica del análisis de contenido para la recolección de la información. La finalidad es averiguar el trasfondo del discurso, lo que quiso decir el redactor y de qué manera intenta influir y causar acciones determinadas en el público lector.
Contraste con otras fuentes: Dicha trabajo es esencial para determinar las condiciones y el grado de veracidad de la prensa escrita, pues la realidad social es compleja como para entenderla solo a través de periódicos y otras hojas impresas.
a) La prensa escrita (consideración teórica):
Consideramos teóricamente a la fuente periodística como un catalizador de las opiniones generadas en un espacio y tiempo determinado; y como un instrumento para formar opinión. Instrumento que sirve, además, como una tribuna de propaganda política e ideológica que permite la manipulación y el acomodo de las informaciones que se plasman en el texto escrito. Es un claro y efectivo mecanismo de control social que utiliza el gobierno y la elite para dominar las conciencias y la práctica política de las personas. En forma especial del movimiento social y revolucionario de las clases bajas.
No obstante, debemos señalar que puede existir y existen también impresos de carácter popular y que están en una línea política contraria al gobierno y al aparato de poder establecido. Como es obvio estas publicaciones contestatarias al sistema recibirán la presión y el peso exterminador de los dominantes. Casi siempre son silenciados, censurados y eliminados de la escena pública nacional. Esto sucede por su insistencia en presentar una imagen distinta de la realidad social del que nos ofrecen los medios oficiales o aliados al Estado.
b) Prensa escrita y contexto histórico:
La ubicación de la coyuntura histórica en la que aparecen y a la que responden los periódicos es realmente esencial en toda investigación que utilice a la prensa como fuente. Sabemos que la prensa escrita se origina en un tiempo y espacio dado. La contextualización de dicha época nos permitirá caracterizar exactamente a los papeles periódicos y a las ideas y al pensamiento de la sociedad que la produjo. En pocas palabras, es el contexto que influye en la creación de un determinado discurso político. Los acontecimientos y hechos diversos van a estampar su firma en la elaboración de ideas y planteamientos que al final se materializarán en los periódicos y que serán difundidos en los diferentes espacios públicos de socialización.
En apreciación de Van Dijk:
“En el estudio del discurso como acción e interacción, el contexto es crucial. [...] El discurso se produce, comprende y analiza en relación con las características del contexto. Por lo tanto, se interpreta que el análisis social del discurso define el texto y el habla como situados: describe el discurso como algo que ocurre o se realiza “en” una situación social.”[20]
En líneas sencillas, el discurso que se plasma en la prensa escrita responde a un contexto específico. Es, por lo tanto, un producto social, pues, se produce y recrea en las relaciones establecidas entre los hombres en sociedad.
c) Carácter de la sociedad en estudio:
En toda investigación de carácter histórico tiene, necesariamente, que explicarse las consideraciones teóricas de la sociedad que se analiza. La prensa escrita es producida por una sociedad determinada, la cual expone a través del discurso sus principales ideas y argumentos. En ese sentido, para apreciar un marco más real de las relaciones de los hombres es, imprescindible, ahondar en el carácter de la sociedad que produce aquella fuente escrita. Pues, en definitiva, aquella sociedad materializa en las páginas de los periódicos su forma de pensar y en muchos casos su propio accionar político. Esto último lo tenemos que tomar con pinzas, por que no todo lo que se escribe o se expresa al algún tipo de fuente es verdadero o se realiza en la práctica realmente.
Además, como explicamos en el apartado anterior, el contexto influye en la producción y en el contenido de los periódicos. La temática y las preocupaciones de dicha prensa estarán sujetas a los hechos que se desarrollan en aquel tiempo. Es decir, las consideraciones teóricas de la sociedad que se analiza tiene que explicarse junto al contexto en el cual esta se desarrolla. Esta premisa nos permitirá un análisis más coherente y profundo del discurso plasmado en el papel impreso. Pues no se puede desligar contexto, sociedad, prensa y discurso.
d) Prensa escrita, periodistas, poder político e intereses en juego:
La prensa escrita viene a representar un medio a través del cual se expresan ideas y planteamientos de determinados grupos sociales en un tiempo y espacio dado. En esa tarea de difusión de informaciones y discursos de diferentes características encontramos a un personaje fundamental: El periodista. Es él quien, al fin y al cabo, redacta y maneja las ideas y argumentos que se expresarán, posteriormente, en los medios de comunicación. Entonces, el periodista posee un gran poder de influencia social y, por lo tanto, también política.
El gran problema es que normalmente se considera al periodista como un profesional imparcial, cuyo trabajo es presentar, solamente, las informaciones de lo que pasa en la vida diaria de la sociedad. Aquello es totalmente erróneo, debido a que esos hombres que redactan los escritos pertenecen a una determinada clase social y, por ello, plasman un discurso de acuerdo a los intereses de dicha clase. Así, en la gran mayoría de medios escritos, se difunde un discurso político a favor de la clase que se encuentra en el poder del Estado. Todas las páginas expresan una tendencia ligada al régimen de turno. En consecuencia, los periodistas a través del discurso que redactan en la prensa escrita, se convierten en portavoces de la ideología dominante. Son los agentes que sirven a los intereses de aquella clase social. Vienen a ser los productores de las ideas que marcan toda una época histórica determinada. [21]
En apreciación de Camilo Taufic todo periodista así proclame su “imparcialidad” e “independencia”, es un político en acción:
“No se limita a reflejar la realidad; actúa sobre ella, contribuye a dirigirla hacia uno u otro fin, sea por acción u omisión, diciendo o callando; consciente o inconscientemente [...] Dentro de ese marco ineludible, los periodistas no tienen otra posibilidad que tomar partido [...] los periodistas no son ni pueden ser neutrales.”[22]
Entonces, los periodistas son personajes políticos, pues participan activamente en el accionar del poder. Mantienen una relación constante con los poderes del Estado. Muchos de ellos trabajan para defender, no sus ideales y principios propios, sino de la clase social que les paga por sus servicios. En el caso peruano existen ejemplos diversos.
Por ejemplo, en las últimas elecciones presidenciales hemos podido apreciar el manejo político de la prensa escrita y otros medios de comunicación de masas. La parcialidad hacia uno y otro partido ha sido evidente. Las informaciones y discursos contrarios y de desprestigio para aquel u otro candidato fue tan grande que hasta un ciego lo ha podido ver. Este hecho histórico peruano expresa las contradicciones sociales presentes en nuestra sociedad. Los juegos de poder político entre las clases sociales inmersas en este tiempo.
En pocas palabras, para realizar un análisis objetivo de la prensa escrita como fuente para la historia, tenemos que tomar todas estas recomendaciones y consideraciones teóricas. No podemos leer y analizar un periódico o papel impreso cualquiera sin entender que todos ellos esconden detrás de sus páginas intereses múltiples y disímiles.
e) Prensa, discurso y poder económico:
Después de saber la coyuntura histórica a la que responden los periódicos y tener bien preciso el marco teórico sobre la sociedad que se estudia, es útil averiguar, también, quienes detentan el poder efectivo de los medios periodísticos. En pocas palabras, quien o que clase social está detrás de las páginas de la prensa escrita. En que medida esta depende de ellos y en que afecta la línea informativa, editorial y política del periódico. Al descubrir, tal vez, la procedencia social y económica de los periodistas así como de los dueños de la prensa, averiguaremos a que partido o clase social pertenecen y, por ello, sabremos el por qué de su discurso y su pensamiento plasmado en sus escritos.
Aquello es importante porque toda creación discursiva que se plasma en la prensa escrita responde a una base económica y social. El discurso es producido en función de intereses que se defienden y el grado de opinión que se quiere formar y manipular. Entonces, no es solo con el objetivo de informar por informar, sino de utilizar esa información para conseguir adherentes que lleven acabo ciertas acciones en la línea política dominante. En pocas palabras, los que tienen el poder efectivo de la base material de la sociedad, buscan a partir de dicho poder controlar el aparato político del Estado y, de igual manera, dominar el aspecto cultural e ideológico de sus integrantes. Por lo tanto, cualquier estudio que utilice a la prensa escrita como fuente principal tiene que indagar por los dueños y propietarios de los periódicos, la relación de estos con los periodistas y el poder político así como del discurso que se materializa en el papel impreso.
f) El análisis de contenido como técnica de investigación:
En el proceso de investigación se emplean diferentes métodos y técnicas para lograr aprehender la realidad social. En el caso del análisis de la prensa escrita, poseemos a la técnica del análisis de contenido como la más importante para debelar esa complejidad que es el discurso y su significado.
La finalidad del análisis de contenido es averiguar el trasfondo del discurso, lo que quiso decir el redactor y de qué manera intenta influir y causar acciones determinadas en el público lector. Es decir, a través de esta técnica se busca determinar la influencia que los medios de comunicación de masas, en nuestro caso la prensa, ejercen sobre la conducta humana. Revelar, también, lo que un periódico ha querido comunicar a sus lectores.[23]
Apreciar lo no explícito del contenido mismo de la prensa, las intenciones, deseos y actitudes que se manifiestan en el documento. Además, esta técnica es esencial para el estudio de la sociedad en momentos de crisis y problemas de cambios sociales y políticos.
Igualmente, la técnica del análisis de contenido se enlaza con las interrogantes, los objetivos y las hipótesis de nuestra investigación, la cual a su vez representa al índice general de la tesis. De acuerdo a la temática que se desarrolla se relaciona el discurso que se encuentra en la prensa y el contexto histórico en que se plasma.
Por lo tanto, nuestra técnica es parte del método histórico, pues pretendemos ligar el contexto, los hechos que suceden dentro de él y el discurso que se expresa en la prensa escrita, resultado de las relaciones establecidas entre las personas de una determinada sociedad.
g) El contraste con otras fuentes:
Los clásicos historiadores peruanos como Jorge Basadre y Raúl Porras Barrenechea afirmaban la necesidad de contrastar las fuentes periodísticas con otras de igual valor histórico. Los temas y las líneas de investigación deben encontrarse comparadas en su contenido con una diversidad de fuentes, para ofrecer así una imagen más real de la sociedad y que refleje mejor las relaciones sociales establecidas entre los hombres.
En aquel sentido, Jorge Basadre señalaba sobre los periódicos que:
“No se trata de creer sumisamente lo que ellos opinan, salvo en cuanto se quiere entender los argumentos, las ideas, los intereses o las pasiones de determinados partidos, grupos, clases, personas o épocas.”[24]
Por su parte, Raúl Porras Barrenechea agregaba:
“En lo que respecta a la historia política, el testimonio de los periódicos generalmente apasionado o banderizado, tiene que ser sometido a una rigurosa crítica histórica y ser comparado con otros testimonios contemporáneos.”[25]
Solo así podríamos conocer el trasfondo real del discurso contenido en las páginas de la prensa escrita. El contraste de esta fuente con otras es de vital importancia para la materialización de una investigación seria y científica.
ALGUNAS REFLEXIONES PARA LA INVESTIGACIÓN DE LA PRENSA ESCRITA EN EL PERÚ
La prensa como fuente para la historia tiene un campo de investigación muy amplia y que se encuentra todavía por realizar. En ese sentido, considero que los periódicos son una de las fuentes históricas de mayor importancia para el estudio del Perú republicano, y más aún del siglo XIX. Estos textos nos ofrecen una especie de sociología de un tiempo histórico determinado. Pues permiten que se puedan extraer las ideas y la manera de pensar de un grupo social. Como ellos mismos se representan y se ven en el desarrollo del proceso histórico del cual son parte.
Claro que esas ideas e imágenes para que sean las más objetivas posibles, tienen que ser contrastadas con otros periódicos y con otras fuentes que contrapesen las informaciones y opiniones dadas. Además, se tiene que tener siempre presente que toda creación discursiva e ideológica responde a la estructura económica y material de una determinada sociedad. Refleja los intereses reales - que son a veces ocultos en el discurso -, de los grupos de poder inmersos en la lucha social. Por aquel motivo, los periódicos representan no solo un negocio empresarial, sino netamente una tribuna política de poder.
Con estas opiniones previas, pasemos a explicar algunas posibles temas de investigación a través de la prensa escrita en el Perú.
Los periódicos limeños durante las Cortes de Cádiz, 1810 – 1814.[26]
La coyuntura histórica que se abre a partir de la invasión francesa a territorio español en 1808, ocasiona el profundo momento de crisis política en el imperio de España. No obstante, la lucha por la liberación en la metrópoli va unida a la difusión de una cantidad impresionante de publicaciones periódicas. Aquellas hojas impresas encontrarán su repercusión en las colonias americanas. Tal es el caso del virreinato peruano.
Específicamente, en la ciudad de Lima se publicaron entre 1808 y 1815 más de quince periódicos. Destacan entre ellos: La Minerva Peruana (1805 – 1810), La Gaceta del Gobierno de Lima (1810 – 1814), El Diario Secreto de Lima (1811), El Peruano (1811 – 1812), El Satélite del Peruano (1812), El Verdadero Peruano (1812 – 1813), El Investigador (1813 – 1814), El Peruano Liberal (1813), El Argos Constitucional (1813), El Anti – Argos (1813), El Cometa (1812 - 1813), El Semanario (1814), El Clamor de la Verdad (1814) y El Pensador del Perú (1815).
Estas publicaciones informarán de los acontecimientos que se vallan dando tanto en la metrópoli como en América. Su característica esencial es el apoyo al nuevo orden que los liberales reunidos en Cádiz se encuentran elaborando y llevando a la práctica y la realidad. En sus páginas se destaca los debates sobre la Constitución y las reformas en las relaciones entre España y sus dominios coloniales. Discusiones de la libertad de imprenta, la ciudadanía, la patria y la nación, de la abolición de la inquisición, del tributo indígena y de la igualdad entre los americanos y peninsulares, etc.
Además, en un periódico como El Investigador se resalta la vida cotidiana de la ciudad de Lima en esos años. Se aprecia la inseguridad y la delincuencia urbana por las calles limeñas. Asimismo, se cuestiona el papel de los eclesiásticos y el abuso que realizan de sus prerrogativas.
Como se observa la época de las Cortes de Cádiz va a ser retratada en las páginas de los periódicos limeños. Las ideas y opiniones de los periodistas y el grupo dominante de Lima saldrán a la luz pública a través de esas hojas impresas. Pues, la proliferación de la prensa denominada constitucionalista, prueba la importancia de este tipo de fuente para la coyuntura en mención. Un análisis detallado de estos periódicos nos brindan datos e informaciones esenciales para entender el imaginario y el pensamiento de las autoridades limeñas, los grupos de presión y del mismo virrey del Perú. Cabe destacar que esta prensa constitucionalista puede ser separada en dos tendencias y momentos: Los radicales mas no independentistas, que surgen antes de la proclamación de la Constitución de Cádiz; y los periódicos de la Concordia, que aparecen con la misma Constitución de 1812.[27] Los primeros criticarán la labor y el accionar político del virrey; mientras que los segundos, con algunos matices en sus opiniones, brindarán su apoyo incondicional al virrey de l Concordia del Perú.
Entonces, reflexionar sobre la relación entre esta prensa, el poder político, su discurso y el trasfondo en la cual se produce y para qué se difunde es una de las interrogantes que intentamos responder en la tesis que venimos desarrollando, que esperamos concluir en pocos meses.
En pocas palabras, el estudio de la prensa limeña durante las Cortes de Cádiz nos puede ofrecer indicios reveladores del pensamiento y el comportamiento de la elite capitalina. Cuál era su visión del mundo, y cuales eran las ideas que intentaban difundir para mantener la tranquilidad social en el virreinato peruano en momentos de crisis y cambios constantes.
La prensa limeña a inicios del siglo XX: Representaciones en conflicto y participación política.[28]
“A través de la prensa se consigue comprender la evolución de las ideas en su desarrollo y en sus agitaciones, la captación de movimientos sociales y políticos, la recuperación de realidades y procesos que hubieran sido olvidados, y la posibilidad de reconstruir muchos aspectos de la vida cotidiana.”[29]
Como podemos deducir, de lo señalado en la cita, la prensa nos permite conocer y reconstruir una diversidad de hechos y procesos sociales y es, precisamente, ahí donde reside su importancia para la investigación histórica. Es a partir de su estudio que conoceremos, también, su propio desenvolvimiento relacionándolo a la actividad de los hombres de un determinado contexto. Debemos tener en cuenta, asimismo, la trascendencia que adquiere una fuente como la prensa escrita al informar de forma continúa los hechos que acontecen en la vida cotidiana de los diferentes actores sociales. Es a través de esta fuente que nos proponemos estudiar la dinámica social que caracteriza a un período específico. Por otro lado, es necesario mencionar un punto importante que constatamos durante la revisión de la indicada fuente. Nos estamos refiriendo al trasfondo de lo representado en sus páginas que no sólo presenta información, sino, también, la opinión de un sector social particular; Los propietarios. De esta manera, se plasma tanto en la forma como en el contenido un discurso sobre la realidad que refleja los aspectos que se consideran importantes (esto sucede incluso cuando se informa).
En vista de estas implicancias consideramos provechoso para nuestros propósitos adentrarnos al análisis de la sociedad limeña de principios del siglo XX. Es aquí donde, por primera vez, van a confluir dos formas de hacer prensa realmente diferentes. Estamos convencidos que para entender un acontecimiento de la sociedad es necesario tomar en cuenta las distintas voces que los actores manifiestan sobre el mismo. Nos interesa, pues, estudiar la sociedad limeña que a partir de este período comienza a vivir cambios significativos con la presencia del grupo obrero.
Este nuevo personaje a través de su accionar en el movimiento popular va a construir un espacio por el cual logra participar en la política. Además, animará el desarrollo, a nivel de los sectores populares, de una prensa obrera. La misma le permitirá al igual que a la elite exponer y difundir sus opiniones desde la perspectiva de su situación. Este medio nos muestra la representación social de un actor muchas veces olvidado y marginado en las investigaciones orientadas al estudio del movimiento obrero. Por el contrario, nosotros lo consideramos de importancia para entender el posterior desarrollo del mencionado movimiento en el Perú.
La prensa obrera de estos primeros años va a fortalecer la organización sindical convirtiéndose en el soporte físico que fundamente el accionar del grupo. Iniciará sus primeras acciones para hacer frente a una política de claro tinte elitista marcada desde sus inicios por la ley electoral de 1896. El obrero adoptará así una actitud de conflicto que conlleve a la modificación de las relaciones típicas, es decir, rompe con las prácticas del artesanado. Es, en el conjunto de estos hechos, como debe entenderse la trascendencia de la prensa que, a nuestro parecer, apunta principalmente hacia dos objetivos. Por un lado, representa un elemento de contradicción al ejercer una crítica consistente a la estructura y funcionamiento del Estado.
Por otro lado, que es el más importante y esta relacionado con el desarrollo del propio grupo; el de crear y fortalecer la identidad que empiezan a construir. Por el papel que cumple la prensa de los obreros, identificamos en ella un elemento de participación política predispuesta al debate de la problemática social que en las páginas de los periódicos de elite tendrá poca o nula presencia.
Esta prensa contestataria novata en el campo va a compartir el espacio de la tradicional prensa de elite: la denominada prensa grande. Que experimentará un proceso de modernización de su infraestructura acorde con los cambios que suceden y que sólo abarcan a los grupos acomodados de la sociedad. Estas diferencias en el ejercicio periodístico son el reflejo de la situación que se vive en el momento. Aparecen, entonces, por sus ambientes los linotipos que mejoran la calidad de la producción, así como, también, aumentan el número de periódicos listos para circular. Más importante que estos cambios económicos del periodismo es necesario reconocer sus características y el significado de su presencia. En ese sentido, asistimos a una prensa de contenido partidario que asume la tarea de justificar cada una de las decisiones de sus políticos. Entonces, encontramos tantos medios escritos como partidos implicados en discusiones políticas que, en ningún momento, reconocen la posibilidad de una participación popular consciente. Por ello, lo que en sus páginas informan con relación al accionar de los grupos obreros, se presenta con calificativos que revelan la forma como consideran este nuevo ingreso e intento de participación popular.
La prensa elitista en este contexto va a ser importante para el fortalecimiento de cada agrupación política. Su fina pluma será asumida por periodistas con una filiación política evidente, cuya idea de realizar periodismo se orienta a priorizar y dar sustento al accionar del partido. Los mismos que en este período adoptan actitudes contradictorias y terminan transando a pesar de su anunciada oposición. Esta situación es explícita si analizamos detenidamente solo una de estas alianzas como fue la convención de partidos de 1915. Es en los mismos periódicos donde se deja dibujada esta imagen, de opositor a aliado, al ir cambiando su discurso.
Por otro lado, la prensa se define como la representación de los intereses del pueblo y por ello la única encargada de defender a los grupos populares. Bajo esta idea es como presenta también noticias relacionadas a la organización obrera tras la cual se manifiestan sus ideas con respecto a esta participación con calificativos negativos y de marcado racismo. Consideramos que prestar atención a los obreros fue una forma de legitimarse, cuando realmente sus intereses y compromiso están con el grupo dominante. Por ello cuando el movimiento obrero se hace más intenso se adhieren al silencio o la crítica del mismo.
Para resumir todo lo expuesto concluiremos señalando, en primer lugar, que a principios del siglo XX se asiste al nacimiento de una prensa contestataria. Ello sucede no solo en la capital limeña, sino, también, en otras ciudades del país formándose lo que denominamos la primera corriente de prensa obrera. En segundo lugar, su presencia da comienzo a dos formas de realizar prensa y periodismo que evidencian los cambios sociales. Y, nos atrevemos a decir, un cambio de ideas aún incipientes del grupo popular.
Finalmente, se constituye un conflicto en el plano, también, de las ideas: La prensa popular frente a la prensa de elite. Las condiciones en las que se desarrollan nos muestran las diferencias sociales, y nos permiten apreciar la configuración de una espacio de debate político que se forma por iniciativa de los propios grupos obreros. Todo este panorama es un ejemplo de análisis de la prensa en una determinado tiempo histórico. Allí radica, entonces, lo esencial de su reflexión para el estudio de la historia peruana.
La historia regional como propuesta de investigación.
Consideramos que junto a la propuesta de utilizar a los periódicos como una fuente novedosa para la historia – los ejemplos desarrollados anteriormente son ilustrativos -, tenemos también a las historias regionales como marco metodológico casi inexplorado y virgen en la elaboración de la historia del Perú republicano. Pues, es realmente interesante estudiar una región no sólo para llenar una vacío historiográfico, sino para realizar una historia en contacto con la historia del resto del país. Averiguar ese conglomerado de relaciones sociales y de distintas formas que se establecen entre los hombres, en donde la ciudad urbana es el centro de esas relaciones. No es historia aislada y fragmentada sino historia local que une y crea vínculos de identidad y solidaridad.[30]
Así, creemos que las investigaciones que se hagan a partir de historias regionales tendrán como una fuente histórica esencial a los periódicos. Prensa escrita e historia regional representan ahora, desde nuestro punto de vista, una de las nuevas claves para reconstruir la verdadera historia nacional del país.
Entonces, en esta parte de nuestras reflexiones ¿Qué temas podemos abordar a partir de la prensa escrita? La respuesta es ilimitada. Los periódicos ofrecen información de gran parte de la realidad inmediata. La reconstrucción de la historia, a través de la prensa, es como una sociología de determinado período histórico. De ahí que su utilidad sea muy importante para toda investigación.
Así, lo que todo investigador debe buscar como resultado final es la historia de la propia prensa escrita, así como la historia de la región a través de aquella fuente.
En forma particular, un tema interesante a trabajar es el relativo a la invención de la Nación en el Perú. La historia regional es un marco metodológico importante para ese fin. Averiguar, comprender y explicar el imaginario y la formación nacional en cada región y luego relacionarlo de manera general a todo el país, nos ayudaría al esclarecimiento de la realidad peruana. Posteriormente, un análisis comparativo con otras regiones y países hispanoamericanos brindaría luces en la oscuridad de la historia de aquellas naciones.
Por otro lado, el siglo XIX ofrece épocas coyunturales fundamentales para el estudio de nuestra historia. Períodos históricos de ruptura y cambios aparentes, permanencias en las ideas y en el imaginario colectivo.
Por ejemplo, la guerra de Chile contra el Perú y Bolivia, es un acontecimiento esencial que marcó un quiebre en la historia de los países involucrados. Para el Perú fue la agonía de una etapa anterior y el inicio de un tiempo distinto aunque incierto. Representa un período fructífero para realizar una radiografía de la sociedad peruana y observar sus contradicciones y problemáticas.[31] Así, consideramos que la prensa jugó un papel central en aquel tiempo de inestabilidad y crisis generalizada.
En años recientes, el estudio de la violencia política en el Perú ha fascinado a gran cantidad de investigadores tanto nacionales como extranjeros. Ayacucho, zona en donde se dejó sentir con mayor intensidad el problema, ha sido la base de estas indagaciones. En un gran esfuerzo de trabajo colectivo la Comisión de la Verdad elaboró un estudio de síntesis y conclusiones sobre las dos décadas de violencia en el país. Además, un gran archivo documental y audiovisual fue el resultado de aquella empresa.[32]
En este artículo, creemos necesario que para la mejor comprensión de la violencia política, es imprescindible, también, la consulta de los periódicos de la época. Ayacucho puede ser la región inicial de las indagaciones y así ofrecer una imagen diferente de la historia regional en aquel lapso de tiempo.
Finalmente, los temas y aspectos de la realidad que se busque conocer, a través de la prensa, dependerá de la necesidad que tenga cada región. Olvidémonos de imponer a partir de los problemas limeños las directrices de las investigaciones en las regiones. Hagamos una historia más completa que incluya a todos los actores históricos, a cada uno de los pueblos olvidados del país. Realicemos, en definitiva, “la historia del otro Perú, más pobre, más marginado, más informal y acaso más lejano.”[33] Construyamos de una vez nuestra historia real, la identidad nacional del Perú.
CONCLUSIONES
La prensa escrita representa una fuente histórica fundamental para el estudio de la historia peruana. En aquel sentido, consideramos a los periódicos como un instrumento para informar, así como para formar opinión según intereses determinados.
Así, que para su estudio y sistematización, sería oportuno seguir los pasos establecidos en el aspecto teórico y metodológico de esta investigación.
El campo de la realidad en el cual es útil el análisis de la prensa es bastante amplio. Así se expresó en el trabajo sobre el análisis de los periódicos durante las Cortes de Cádiz y de la historia de los conflictos sociales presentes en la prensa de elite y obrera de comienzos del siglo XX. Además, se dejó abierta la posibilidad de las investigaciones desde las regiones del Perú y a través de la prensa escrita.
En pocas palabras, los periódicos, las revistas y otras hojas impresas, es decir, la prensa escrita, se convierte en un manantial de primera mano para el estudio de las historias nacionales y regionales. La imagen que podamos obtener de las páginas de aquellos impresos serían, realmente, interesante y novedosos.
[1] Lucien Febvre. Combates por la historia. Barcelona: Editorial Planeta – De Agostini, S.A. 1986. Págs. 29-30.
[2] Juan José Pacheco Ibarra. Libertad de imprenta y prensa en Lima, 1884 – 1904. Lima: Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Facultad de Ciencias Sociales. E. A. P. de Historia. Tesis de Licenciatura en Historia. 2006.
[3] Jorge Basadre. Introducción a las bases documentales para la historia de la república del Perú con algunas reflexiones. Lima: Ediciones P.L.V. 1971. Tomo I.
[4] Raúl Porras Barrenechea. El periodismo en el Perú. Lima: Ediciones del sesquicentenario de la independencia del Perú. 1970.
[5] Raúl Porras Barrenechea. Ideólogos de la emancipación. Lima: Editorial Milla Batres. 1974.
[6] Juan Gargurevich Regal. Historia de la prensa peruana (1594-1990).Lima: La Voz Ediciones. 1991; del mismo autor véase: Prensa, radio y TV. Historia crítica. Lima: Editorial Horizonte. 1987; Mito y verdad de los diarios de Lima. Lima: Labor. 1972.
[7] Juan Gargurevich Regal. Última Hora. La fundación de un diario popular. Lima: Ediciones La Voz. 2005.
[8] Luis Miguel Glave. La república instalada: formación nacional y prensa en el Cuzco, 1825-1839. Lima: IEP-IFEA. 2004.
[9] Carmen Mc. Evoy. “Seríamos excelentes vasallos, y nunca ciudadanos: Prensa republicana y cambio social en Lima (1791-1822).” En Sobre el Perú. Homenaje a José A. de la Puente Candamo. Lima: PUCP. 2002. Tomo II. Págs. 825-862.
[10] Carmen Mc. Evoy. “Seríamos excelentes vasallos, y nunca ciudadanos: Prensa republicana y cambio social en Lima (1791-1822).” En Sobre el Perú. Homenaje a José A. de la Puente Candamo. Lima: PUCP. 2002. Tomo II. Pág. 825.
[11] Ascensión Martínez Riaza. La prensa doctrinal en la independencia de Perú, 1811-1824. Madrid: Ediciones Cultura Hispánica – Instituto de Cooperación Iberoamericana. 1985.
[12] Víctor Peralta Ruiz. En defensa de la autoridad. Política y cultura bajo el gobierno del virrey Abascal. Perú, 1806-1816. Madrid: Consejo Superior de Investigaciones Científicas – Instituto de Historia. 2002.
[13] Claudia Rosas Lauro. “La reinvención de la memoria. Los Incas en los periódicos de Lima y Cusco de la colonia a la república.” En Luis Millones (editor). Ensayos de Historia Andina. Lima: Fondo Editorial de la Facultad de Ciencias Sociales de la UNMSM. 2005. Págs. 119 – 152.
[14] Algunas ideas interesantes de la autora lo encontramos en su último libro Del trono a la guillotina: El impacto de la revolución francesa en el Perú (1789 – 1808). Lima: PUCP – IFEA – Embajada de Francia. 2006; y, también, en su artículo: “El miedo a la revolución. Rumores y temores desatados por la Revolución Francesa en el Perú, 1790 – 1800.” En Claudia Rosas Lauro (Editora). El miedo en el Perú. Siglo XVI al XX. Lima: Fondo Editorial PUCP. 2005. Págs. 139 – 166.
[15] Pablo Macera. “El periodismo en la independencia.” En Trabajos de Historia. Lima: Instituto Nacional de Cultura. 1977. Tomo II. Págs. 335-336.
[16] Pablo Macera. Tres etapas en el desarrollo de la conciencia nacional. Lima: Ediciones Fanal.1956.
[17] Gabriela Machuca. La tinta, el pensamiento y las manos. La prensa popular anarquista, anarcosindicalista y obrera – sindical en Lima 1900 – 1930. Lima: Fondo Editorial de la Universidad de San Martín de Porras. 2006.
[18] Pueden consultar también para dicho tema los trabajos de: Luis Facundo Antón. Periodismo y proceso político en Lambayeque, 1846-1980. Lambayeque: Universidad Nacional Pedro Ruiz Gallo.1996; James Matos Tuesta. Apuntes para una historia de la prensa en Pucallpa, 1945-1980. Lima: Fondo Editorial de la Facultad de Ciencias Sociales de la UNMSM. 2005; y en un plano continental véase el texto de Jesús Timoteo Álvarez y Ascensión Martínez Riaza. Historia de la prensa Hispanoamérica. Madrid: Editorial Mapfre, S.A. 1992.
[19] Camilo Taufic. Periodismo y lucha de clases. Lima: Editorial Causachun. 1983.
[20] Van Dijk Teun A. “El discurso como interacción en la sociedad.” En El discurso como interacción social. Estudios del discurso: introducción multidisciplinaria. Barcelona: Editorial Gedisa. 2000. Volumen 2. Pág. 32.
[21] Carlos Marx y Federico Engels. La ideología alemana. Montevideo: Ediciones Pueblos Unidos. 1971. Pág. 51.
[22] Camilo Taufic. Periodismo y lucha de clases. Lima: Editorial Causachun. 1983. Pág. 173-174.
[23] Jacques Kayser. El periódico. Estudios de morfología, de metodología y de prensa comparada. Quito – Ecuador: Ciespal. 1964. Págs. 8-9.
[24] Jorge Basadre. Introducción a las bases documentales para la historia de la república del Perú con algunas reflexiones. Lima: Ediciones P.L.V. 1971. Tomo I. Pág. 11.
[25] Raúl Porras Barrenechea. El periodismo en el Perú. Lima: Ediciones del sesquicentenario de la independencia del Perú. 1970. Págs. 72-73.
[26] Los argumentos expuestos en este apartado pertenecen a las primeras indagaciones de la tesis en elaboración de Daniel Morán: Reformistas, fidelistas y contrarrevolucionarios. Prensa, poder y discurso político en Lima durante las Cortes de Cádiz, 1810 – 1814.
[27] Luis Daniel Morán Ramos. “Un periódico radical mas no revolucionario: El Satélite del Peruano, 1812.” En Praxis en la Historia. Revista del Taller de Estudios Histórico – Filosóficos. Año II. Número 3. Diciembre del 2004. UNMSM. Lima; y en El Chasqui. Revista del Centro de Estudios Históricos y Proyección Social. Año II. Número 3. Junio del 2005. Arequipa – Perú – UNSA. Págs. 80 – 88 (se encuentra publicado también en monografías.com).
[28] Las ideas expresadas en este acápite pertenecen en su totalidad a María Aguirre y forman parte de sus primeras investigaciones de la tesis: Prensa, poder y discursos políticos en conflicto. Lima, 1900 – 1919.
[29] José Sánchez Jiménez. Para comprender la historia. España: Editorial Verbo Divino. 1995. Pág. 166.
[30] El estudio de la región permitiría el mejor y mayor conocimiento de la historia local por parte de los estudiantes del lugar. Así, no se les impondría una historia nacional en donde no se incluya la historia de su ciudad o región.
[31] Jorge Basadre afirmó que los grandes problemas del Perú se sintetizarían en la existencia de un Estado empírico y un gran abismo social.
[32] Aquel archivo ofrecerá a los futuros investigadores sobre el tema nuevos enfoques y planteamientos, así como una visión distinta del problema.
[33] Wilson Jaime Barreto. El periodismo en Trujillo. Perú: Colegio de Periodistas del Perú. 1989. Pág. 9.